viernes, 12 de noviembre de 2010

Casas para Admirar

Claridad y frescura sin obstáculos

 
El blanco y los tonos claros dominan los interiores de esta magnífica casa gaditana. Ambientes generosos y abiertos, pensados para disfrutarlos durante todo el año .
Blanco, azul y un infinito manto de verde a tus pies. ¿Empiezas a relajarte? Y es que hay colores que, de manera inconsciente, son una invitación al descanso. En este caso, además, esta estampa imaginaria es un fiel reflejo de la realidad. Y es que, con un pinar como jardín y una piscina desbordante para disfrutar del suave otoño de la Costa del Sol, ¿qué más se puede pedir?
Parque y Pileta


Recibidor

Este gran recibidor conecta dos plantas: la de pie de calle alberga la zona de día y los dormitorios. Su decoración se ha basado en la elección de pocas piezas de tamaño generoso y en tonos naturales y suaves de manera que la luz natural fuera la gran protagonista del espacio. Así, la composición cuenta con una consola de roble de línea sencilla y actual, una butaca tapizada con lino, y una alfombra de yute.

Cocina 


Práctica, completa y decorativa: un auténtico paraíso para cualquier amante de la cocina. Y es que, en este proyecto, todo está pensado para trabajar cómodamente, empezando por la isla central, que acoge la zona de fuegos y que puede servir, también, de improvisada barra de desayunos.
El mobiliario, de contrachapado de madera con una veta muy marcada, aporta la nota de calidez. La encimera , y los electrodomésticos, de acero, se han integrado en un frente de armarios. Un módulo de persiana permite tener los pequeños electrodomésticos y demás enseres de uso cotidiano a mano y en orden. Una puerta y una ventana apaisada, que deja pasar la luz, separa la cocina del lavadero.

Comedor

Este comedor queda separado del salon  únicamente por un tramo de cuatro escalones, lo que mantiene la fluidez y la comunicación entre ambos espacios.
Preside este espacio una gran mesa rústica francesa de madera de roble, que se ha acompañado con unas sillas de roble de estilo clásico.
El color de la mesa no es casual: unos muebles con mayor acento clásico hubieran resultado demasiado solemnes, en cambio al recuperar el color original de la mesa se consigue una distendida nota campestre.

 Salon






Este salón, que transmite orden y una agradable sensación de serenidad, es una continuidad del exterior gracias a la suma de un elemento arquitectónico –las grandes aberturas y la falta de tabiques– y otro decorativo –los estores blancos y las tonalidades claras de todos los tapizados–.
Sin embargo, con tanta claridad, era necesario añadir matices cálidos, que convirtieran este salón amplio y abierto en un espacio acogedor, por eso el interiorismo se ha cuidado al detalle, incluyendo una chimenea flanqueada por dos estanterías de obra. Frente a ellas, se creó una zona de estar confortable para todo el año –con una chaise longue muy práctica para leer–, con piezas de materiales naturales, como las mesas gemelas con sobre de madera antigua y patas de hierro, el velador decapado; y la mullida alfombra de lana.

 Dormitorio de Huespedes

El blanco de la ropa de cama y los tonos crema y beige suave de las paredes y de las cortinas intensifican una sensacion de bienestar. Además, la elección de pocas piezas contribuye a desahogar el espacio, que se abre por completo a su imponente exterior, que con sus matices de verde llena de color esta habitación.
 La gran alfombra que viste el suelo de la habitación imprime una sutil nota campestre, que encuentra en el cesto para la ropa y las cortinas de lino, de Ikea, sus cómplices. Una sencilla mesilla lacada y un flexo, de la misma firma, completan el conjunto.

Dormitorio Principal


Este dormitorio principal es un mundo a salvo del bullicio, que se distribuye entre la zona de cama y un amplio estar. En éste último reina un gran sofá, acompañado por una ligera mesa de centro. La alfombra de lana  y las cortinas de lino ponen una nota que tiene a la vez un punto campestre y un plus de carácter natural.
La cama se ha decorado con un cabecero alto tapizado en lino de color piedra, un tono muy cercano al de la banqueta con capitoné, a los pies de la cama. En un espacioso rincón junto a la salida a la terraza se ha dispuesto un aparador, que proporciona un toque romántico y personal.

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